
Cultivar un peral a partir de semillas puede ser una experiencia gratificante y educativa. En esta guía, lo guiaremos paso a paso en el proceso de cultivar un peral en macetas. Este método te permite cuidar tu árbol desde el principio y observar de cerca su crecimiento.
Materiales que necesitas:
- Peras maduras
- Cuchillo de cocina
- cuenco de agua del grifo
- Agua sanitaria
- Bolsas de plástico reutilizables o bolsas para sándwiches
- Turba húmeda o tierra para macetas
- Pequeños recipientes o vasos de plástico
- Mezcla para macetas
- lugar bien iluminado
Paso 1: cosechar semillas
Empiece por recolectar semillas de peras maduras. Corta la fruta en cuartos a lo largo, desde el tallo hasta la base, y retira con cuidado las semillas con un cuchillo. Es una buena idea recolectar tantas semillas como sea posible, ya que no todas necesariamente germinarán. Más semillas significan mejores posibilidades de éxito.
Paso 2: remojar las semillas
Remoje las semillas recolectadas en un recipiente con agua del grifo durante la noche. Retire las semillas que floten hacia la superficie, ya que es poco probable que germinen. A la mañana siguiente, remoje las semillas en una solución de diez partes de agua por una parte de lejía durante diez minutos. Luego escurre las semillas y déjalas secar sobre toallas de papel.
Paso 3: embolsa las semillas
Llene una bolsa de plástico o una bolsa para sándwich con cierre con turba húmeda o tierra para macetas (asegúrese de que esté húmeda pero no empapada). Plante dos o tres semillas a unas dos o tres pulgadas de profundidad en el medio. Puedes poner hasta cuatro semillas en cada bolsa. Cierra la bolsa y colócala en el cajón para verduras del frigorífico. Deja que las semillas germinen durante tres meses, revisando los niveles de humedad cada dos semanas para asegurarte de que no se sequen.
Paso 4: preparación de semillas
Después de tres meses y la temperatura ambiente sea superior a 40 grados Fahrenheit, puedes sacar las semillas del refrigerador. Remoja las semillas en un recipiente con agua tibia durante dos días para ablandar sus cáscaras duras. Deseche las semillas que floten hacia la superficie.